El pasado mes de diciembre (2019) tuve el placer después de muchísimos años, de ver a Gerry Weil. Gerry fue siempre un rebelde, un hippie, afirma él. La aventura que es su vida está llena de anécdotas curiosas, algunas muy tristes otras felices, siempre matizadas por el humor casi infantil del principal protagonista que es él mismo y su pasión por la música. A sus 84 años realiza giras y toca por 1ra vez en New York, Miami y otras ciudades de Estados Unidos. En su visita a Miami asistí a su charla-concierto y me sorprendió que no usa anteojos para leer, que canta como los viejos jazzistas de New Orleans y su vitalidad a pesar de usar bastón para caminar, que contagió a todos los asistentes. Un enamorado incondicional de Venezuela y siempre reinventándose, nos cuenta que en Caracas, se involucra en un proyecto con jóvenes expresidiarios abordando el género de música urbana, “Vacilándose el flow” dice, soltando la risa. Me cuento entre los miles de afortunados que han tenido la suerte de conocerlo personalmente y recibir sus clases durante varios años. OJalá en su próxima visita lo vea de nuevo y escuche sus maravillosas interpretaciones.
¡Larga vida, Gerry!