Vicente Viloria, compositor.
Transcurren los años 80 en Caracas, Venezuela. Un alumno de secundaria del Liceo José Ávalos, ubicado al suroeste de la ciudad, se interesa más por la estudiantina de la institución donde se desempeña como cuatrista que por las materias regulares. Sus notas académicas están maltrechas pero en cambio está aprendiendo rápidamente las notas musicales en el Conservatorio Nacional de Música Juan José Landaeta y va ampliando el repertorio de acordes aprendidos de su padre, “Chente”. Ensayar, participar en festivales dentro y fuera de la ciudad dirigidos por el Prof. José Antonio Oliveira, fue reforzando la aventura artística de Vicente Viloria, la cual ya había comenzado algunos años antes en México, cuando siendo un niño su familia se estableció por un tiempo en Monterrey y luego en Guaymas, ciudades del gran país norteamericano. Allí acompaña con el cuatro a “Chente”, gran tocador de guitarra, serenatero y melómano, en las tertulias y eventos culturales.
“Amanece ya, el día comienza”
Su universo sonoro se fue nutriendo de lo escuchado en casa; Ya dijimos que su padre es melómano, además, coleccionista de discos y de gusto ecléctico, por lo que el muchacho se familiariza con los grandes del bolero y las expresiones musicales del Caribe antillano, con los cantores suramericanos, con la riqueza rítmica de la música venezolana y como todo jóven, con el rock. Por otra parte, se maravilla con la maestría de nuestro gran Alirio Díaz y lo confronta con Toquinho, Gimka, Joao Gilberto y otros grandes guitarristas brasileños. Estos artistas lo harán enamorar de la guitarra, instrumento del que no se separará nunca más y que se convertirá en su herramienta y compañera imprescindible para componer.
Pero hay algo más que lo inquieta y le hace preguntarse cómo lo hacen, cómo disponen las notas del acorde para lograr esa sonoridad tan rica y distinta; cómo es que Otilio Galindez logra encadenar palabras y frases para tejer tan hermosas canciones y cómo es que Aldemaro Romero fusiona el joropo con la bossa nova. Las creaciones de Luis Laguna con su Venezuela 4 y Henry Martínez también lo han impactado y todos ellos despertaron en él la curiosidad por la composición. Luego de algunos intentos le llegan las ideas y las melodías. Va armando las frases y la progresión armónica hasta lograr su primera canción estando aún en la adolescencia: “Amanece ya”.
A partir de ese atrevimiento Vicente Viloria comenzará a pasar horas de su vida escribiendo y llenando cuadernos de temas que hablan de lo cotidiano, de su madre, de los amores, de la guerra, de la situación política de Venezuela, de la vida. No tardará en reconocerse como compositor y desde entonces no ha parado su actividad creativa un solo día, ya que “componer me ayuda a vivir”, confesará luego en alguna conversación.
“Siempre quiero que estés conmigo”
La vida ha seguido su curso. Muchas cosas han pasado en el mundo y en la existencia de Vicente Viloria. Obtuvo un grado en Comercio Exterior en la Universidad Simón Bolívar, viene el trabajo formal, crece la familia. Pero en el año 2009 se reencuentra con un antiguo compañero en la estudiantina que venía desarrollando carrera en la industria de la música, el cantante, Juan Carlos Luces. Juntos componen y aliados con Yasmil Maruffo como arreglista y productor, lanzan “Siempre conmigo”, sencillo del disco A mi tierra. El tema logra primeros lugares en el Record Report de Venezuela y se convierte en éxito en Perú y Ecuador. Acompaña a Juan Carlos en giras por centro y suramérica para luego de ese periplo establecerse en los Estados Unidos, específicamente en Miami, Florida en 2012.
“Somos chispas en el aire”
Es en ése año cuando Vicente decide asumir por cuenta propia la producción y grabación de sus canciones. Contrata a Gilberto Valladares, pianista y tecladista para los arreglos y productor de ése su primer proyecto independiente. El resultado son nueve composiciones letra y melodía de Vicente donde intervienen músicos de la talla del contrabajista Mauricio Rodríguez, Ahmed Barroso en las guitarras, Jorge Pinelo en el saxofón, los bateristas Oswaldo Madera y Horacio “El negro” Hernández, entre otros. Las voces de Kim Ryan, Rawi Torres y Michael Angelo Mejía dan vida a las nueve canciones del disco Chispas en el aire, lanzado bajo el proyecto Perfect Stranger Project.
“Only you can make a difference”
Un reto creativo bien librado por Viloria significó su encuentro con la cantante mexicana Adrianna Foster, cuando ésta precisamente se encontraba en la producción del disco Only you can make a difference. Compositora ella misma, buscaba letras de contenido motivacional. Vicente aportó seis de los trece títulos del álbum.¡En inglés!.Orlando ‘Landy’ Mosqueda, además de percusionista, tecladista, arreglista, asumió la dirección musical.
“Y la siembra despertó”
Más canciones van surgiendo de la pluma y guitarra de nuestro amigo. Aporta música o texto en colaboración con otros compositores por lo que hacemos algunos trabajos juntos. Con la producción ejecutiva y musical de Viloria junto a Landy Mosqueda se publica con varios de sus números, Cancionero Personal . Siempre con el soporte rítmico y armónico de Mauricio Rodríguez y Ahmed Barroso, contrabajo y guitarras respectivamente, y la participación de otros excelentes músicos, se editan cantos de amor, de esperanza, a la tierra, al continente africano. Nuevamente Landy Mosqueda dirige arreglística y musicalmente el proyecto además de encargarse de la percusión.
La composición para Vicente Viloria es más que un talento innato. Es una forma de ver la vida además de un hábito, un ejercicio creativo. Es su manera de expresar musicalmente no sólo emociones, también un punto de mira al devenir humano, de la tragedia venezolana, del futuro que nos espera, a través de la combinación certera de melodía, palabras y armonía.
“Tome nuevos bríos en el filo de la aurora
asumo el destino con la lucha que hoy nos toca
La calle me espera y Dios quiera tengamos victoria
Y en el pavimento ganaremos nuestra gloria”. Danza de la muerte.
Los proyectos artísticos de Viloria no se han detenido y entre el 2019 y 2023, ha publicado Está soy yo. Adrianna Foster, Proyecto Acústico. Con el contrabajista y compositor Mauricio Rodríguez, participó como productor y compositor acercándose al jazz latino en LUZ. Mauricio J Rodríguez Project. Con la cantante venezolana Anny Cauz produjo y compuso casi todo el álbum Tantos años, donde una vez más Mosqueda comanda una plantilla de excelentes músicos y se destaca como arreglista. Le sigue La Recompensa. Vicente Viloria, proyecto acústico, donde participa como invitado el excelente cantautor venezolano Guillermo Carrasco en uno de las hermosas melodías. Además en ese período de tiempo lanzó los sencillos “Es mi suerte”, con el salsero venezolano Druber y “Te recordaré“ con el sonero cubano Luis Bofill. Con la exquisita Adrianna Foster, “Un nuevo mañana” y recientemente en la dulce voz de Anny Cauz, lanza “Cuéntame” y “Naturaleza”.
“Mi madre es un manantial de luz y cariño
Mi madre la voz de Dios y fuerza del río”. Mi madre.
En lo personal me sorprende la espontaneidad con que Vicente puede escribir sobre casi cualquier motivo. Para mí es uno de esos valores venezolanos aún por descubrir. Además, la disciplina y seriedad con que asume la composición revela no sólo su talento sino el compromiso con el oficio de escritor de canciones, con la palabra y como decía mi maestro y amigo Raúl Delgado Estévez, con la “Madre Música”.
Quedamos a la espera de las nuevas creaciones del prolífico Vicente Viloria.
Pie de página:
No conocí a Vicente entre notas, letras ni guitarras. No. A finales del 2012 me lo encontré en uno de los tantos negocios de un sector de la enorme ciudad de Miami, entre el trajinar de empaques, cajas, valijas, de la pequeña empresa de encomiendas a Venezuela, propiedad familiar. En medio de alguna transacción surge el argumento de la música: “Yo compongo, tengo algunas canciones” – me dijo. Y me entregó el sencillo de “Siempre Conmigo”. Transcurrieron días antes de escucharla y confieso que no despertó en mi mayor curiosidad. La sorpresa vino luego cuando en casa guitarra en mano, comenzó a interpretar uno tras otro estupendos temas sustentados en interesantes armonías, de lírica fina y sincera. ¡Este señor es un artista! Pensé. Y no me equivoqué.
Por otra parte, en el año 2018 Vicente tuvo la gentileza de producir ejecutiva y musicalmente Cancionero Personal, mencionado anteriormente. En ése álbum interpreté todos los temas incluyendo algunos en los cuales aportó letra a melodías escritas por mí, y otras música y letra del mismo Viloria. También ha incluido en sus grabaciones algunas canciones mías y asimismo he tenido el honor de cantar algunas de las suyas en otros de sus discos por lo cual le estaré eternamente agradecido.
¡Seguimos, Vicente Viloria!
Jorge A Quintero. Miami, 2023.